El COVID-19 está generando impactos relevantes en nuestra manera de vivir y trabajar. Las políticas implementadas de aislamiento social y confinamiento en los hogares, aumentan los factores de riesgo para la incidencia de la violencia intrafamiliar (VIF).

Las empresas no están ajenas a esta situación dado que las mujeres que viven violencia intrfamiliar pueden ser trabajadoras de la compañía, y aún más, el agresor o victimario también puede ser parte del equipo de trabajo de la empresa.

 

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Descarga a continuación el material para que las Empresas incluyan la prevención de la violencia en sus políticas internas permanentes