- Antofagasta es una de las cinco regiones del país que no cuenta con mujeres en el Senado, situación que fue analizada en el segundo conversatorio del año del programa Mujer y Participación Política del SernamEG, llevado acabo junto a la Seremi de la Mujer y la Equidad de Género y que congregó alrededor de treinta mujeres líderes de diversas entidades sociales y gremiales de la zona.
Arica y Parinacota, Antofagasta, O’Higgins, Ñuble y Los Lagos son las únicas regiones que no cuentan con senadoras y las razones para ello pasan desde factores de desmotivación de las propias mujeres, que teniendo capacidades para presentarse a una elección no lo hacen, decisión que está fuertemente influenciada por circunstancias externas como la falta de apoyo económico, críticas a la apariencia física a través de los medios de difusión sociales, tal como señaló la académica de la Universidad Católica del Norte, Francis Espinoza Figueroa, en el seminario Comunicación y Género del 10 de octubre, hasta la crítica que reciben de otras mujeres por “desentenderse” de los deberes hogareños.
“A nosotras nos ha costado avanzar en temas como la participación política, ejemplo de ello fue lo que costó obtener derecho a sufragio, así como la inclusión activa de las líderes políticas. El empoderamiento femenino parte de decisiones como el hecho de estar presentes en este conversatorio”, afirmó la seremi de la Mujer y la EG, Claudia Godoy González, junto con asegurar que las mujeres realizan el doble de esfuerzos para competir en una campaña y que ello redunda en la inhibición de algunas por atreverse a competir.
Pese a no haber senadoras en esta zona, la región cuenta con tres diputadas y un 38 por ciento de concejalas, la segunda cifra más alta a nivel nacional después de Magallanes (42 por ciento), lo que demuestra un paulatino avance en la inclusión de mujeres en procesos políticos desde que votaran por primera vez en la elección edilicia de 1935 y en las presidenciales de 1952.
En esta incipiente apertura de contar con más mujeres en puestos de representación popular han influido la aplicación por primera vez en Chile de la ley de cuotas de género en las elecciones de 2017 y al desafío que plantea para esta zona la ley de paridad de género en el proceso constituyente, aprobada en marzo de este año, debido a lo cual “como Servicio nos hemos concertado en mejorar las competencias de las mujeres a propósito de las distintas iniciativas, como la Escuela de Mujeres Líderes, que de alguna manera promueven su participación en cargos de elección popular”, afirmó el director regional subrogante del SernamEG, Juan Luis Godoy.
En cuanto a la participación nacional, desde 1999 sólo se han presentado siete candidatas a la presidencia de la República, con Michelle Bachelet Jeria ostentando la primera magistratura en dos oportunidades, y en el concierto internacional actualmente el 25 por ciento de las naciones reconocidas como tales por la ONU tienen una mujer a cargo del gobierno.
El desempeño de mujeres a la cabeza de un país ha provocado, de forma transversal, un trabajo orientado por disminuir la violencia de género, una mayor preocupación por temas vinculados por las licencias parentales, la corresponsabilidad familiar y por liderar reformas electorales que aseguren mayor representación femenina en cargos públicos.