La Ministra de la Mujer y la Equidad de Género, Mónica Zalaquett y el Ministro Vocero de Gobierno, Jaime Bellolio visitaron a Daniela Órdenes de Chukao Kids, emprendedora que trabaja desarrollando productos infantiles sustentables y sin estereotipos, en el marco de la celebración de una Navidad con sentido.
La actividad se realizó en la comuna de San Miguel, donde las autoridades pudieron conocer el trabajo de Daniela e hicieron un llamado a todos los padres y madres a avanzar en la eliminación de los estereotipos de género.
La Ministra de la Mujer y la Equidad de Género señaló, “los niños y niñas nacen libres de estereotipos de género. Somos los adultos, los que históricamente les imponemos roles según su sexo, lo que en muchos casos les impide desarrollar al máximo sus talentos y sus habilidades. Los juegos que incentivamos entre niños y niñas, pueden terminar perpetuando roles que les impidan ser y hacer en el futuro lo que realmente quieran. Avancemos hacia un cambio cultural que permita que hombres y mujeres tengamos igualdad de derechos, oportunidades y responsabilidades y que los niños y niñas puedan crecer y desarrollarse de acuerdo a lo que sueñan”
Por su parte, el Vocero de Gobierno, Jaime Bellolio, valoró los juguetes sin estereotipos y afirmó que “de esto se trata un regalo con sentido, una Navidad que tiene que tener un sentido más que simplemente el consumir. Y aquí no solamente vemos juguetes que son sustentables, sino que además permiten hacer creaciones sin estereotipos. ¿Por qué es tan importante que no tenga ese estereotipo? Porque a las mujeres lamentablemente desde que son chiquititas se les dice que no pueden participar en distintos ámbitos que son “de hombres”, y eso no puede ser así. Perdemos una cantidad de talento extraordinario por los estereotipos de género que existen a veces de maneras inconscientes en nuestra sociedad. Por ejemplo, la ciencia. ¿Por qué alguien piensa que solamente un microscopio le va a servir a un niño? Ese microscopio también le sirve perfectamente a una niña. Los colores por ejemplo tampoco tienen género. De eso se trata esto, simplemente de estimular la creatividad y que cada uno de nosotros pueda regalar algo con sentido para los niños, niñas, adolescentes, y también para los adultos”.
El llamado realizado por las autoridades para la eliminación de estereotipos, se efectuó en el marco del trabajo por una sociedad corresponsable, ya que se ha evidenciado que la distribución de las labores de cuidado de los niños y niñas no es equitativa y recae principalmente en las mujeres, según un estudio del Centro UC de Encuestas y Estudios Longitudinales en conjunto con ONU Mujeres y el Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género, las mujeres dedican 14 horas más que los hombres a estas tareas. “Si únicamente le regalamos una muñeca a las niñas, podemos estar vinculando el rol de cuidado exclusivamente a las mujeres y eso no es así. Ampliemos nuestra mirada y veamos que hoy día no existe razón para no regalarle un avioncito a una niña, o una cocina a un hombre. Los juguetes no tienen género. hombres y mujeres podemos soñar en grande”, agregó la ministra Zalaquett.
A la mayor cantidad de horas que dedican las mujeres al cuidado, se suma la desigual distribución de las horas en el desarrollo de las tareas del hogar, las que según el mismo estudio muestra que las mujeres destinan 9 horas más que los hombres a las tareas domésticas y 1 de cada 3 hombres dedicó cero horas a esta labor, dinámica que es observada por niños y niñas y que se puede ver perpetuada en los mismos juguetes que se regalan a los niños y niñas.
En dicha materia se están trabajando diferentes líneas de acción para la promoción de la corresponsabilidad, los llamados a terminar con los estereotipos en la infancia y el Plan de Trabajo entre los Ministerio MMEG, MINEDUC, MINCIENCIA que se firmó en el 2019 para promover una educación con enfoque de género. Este plan de trabajo y sus acciones se agrupan en tres grandes áreas: La primera, busca el logro de educación de calidad sin sesgos de género que garantice equidad en los procesos de aprendizaje de niños y niñas; la segunda, más vocaciones y oportunidades para que niñas y adolescentes puedan elegir libremente su proyecto de vida y finalmente, tolerancia cero a la violencia de género en educación parvularia, escolar y superior.