Ministra Orellana destacó el depósito de la ratificación de Chile del Convenio 190 de la OIT sobre violencia y acoso en el trabajo celebrado hoy en Ginebra

  • “Una gran noticia, en especial para las mujeres, quienes más denuncian”, señaló la secretaria de Estado.
  • Este importante convenio contra la violencia y el acoso en el trabajo es fruto de un diálogo social y tripartito con la CUT y CPC. El que además contó con amplio apoyo parlamentario en el Congreso.

Un acontecimiento histórico para el sector laboral chileno se presenció hoy en la sede de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en Ginebra, Suiza, al concretarse el acto de depósito del instrumento de ratificación del Convenio 190 enfocado en erradicar la violencia y el acoso en el mundo del trabajo. Esto en el marco de una agenda paralela a la 111ª reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo, en la que, delegados del Gobierno, encabezados por el subsecretario del Trabajo, Giorgio Boccardo; de empleadores, con presencia del gerente general de la CPC, Pablo Bobic; y de los trabajadores, con el presidente de la CUT, David Acuña; ante el director general Organización Internacional del Trabajo, Gilbert F. Houngbo, reafirmaron el compromiso del Estado con los derechos humanos y la igualdad de género en el mundo laboral.

Frente a este hito, la ministra de la Mujer y la Equidad de Género, Antonia Orellana, destacó que “ahora vienen sus normas de implementación, las que actualizan lo existente para proteger efectivamente de la violencia en el trabajo. Una gran noticia, en especial para las mujeres, quienes más denuncian”.

Por su parte, Luz Vidal, subsecretaria de MinMujeryEG, destacó: “en un mundo laboral dinámico al que hay que saber adaptarse, con esta ratificación nuestro país se une a otras naciones que reconocen la necesidad de abordar temáticas de género de manera estructural, promoviendo dignidad y respeto en el trabajo; previniendo y eliminando violencias que históricamente han afectado principalmente a las mujeres”.

El subsecretario del Trabajo, Giorgio Boccardo, quien representó en la instancia a la ministra Jeannette Jara debido a su labor ante la contingencia de salud en Chile, expresó que “como Gobierno y Ministerio del Trabajo y Previsión Social, estamos muy contentos de haber entregado, junto a la delegación tripartita integrada por la CUT y la CPC al director general de la OIT, el Convenio 190 para erradicar la violencia y el acoso en los lugares de trabajo, especialmente, por razones de género. Con este hito cumplimos uno de los objetivos y compromisos de nuestro Programa de Gobierno, además, avanzamos en una materia tan central para tener espacios libres de violencia, para que hombres y mujeres puedan desempeñarse de igual manera en los lugares de trabajo”.

A su vez, Boccardo recordó que “cuando el Presidente de la República, Gabriel Boric, envió al Congreso Nacional el proyecto de acuerdo para la ratificación de este Convenio, enfatizó que nuestro Gobierno tiene un fuerte compromiso con el Trabajo Decente en condiciones de libertad, equidad, seguridad y dignidad humana”, y que, “este acto tiene como objetivo central reforzar los derechos fundamentales de los trabajadores y las trabajadoras, entre los cuales se encuentra el respeto que toda persona tiene a no ser objeto de discriminación y a la integridad física y psíquica”.

En tanto, el presidente de la CUT, David Acuña, expresó que “para nosotros los trabajadores es muy satisfactorio poder ratificar y empezar el camino para generar la normativa para la implementación del Convenio 190 en nuestro país. Hemos ido avanzando en diálogo tripartito, lo que nos ha permitido ir creando distintas instancias y esperamos seguir construyendo de la misma manera un mejor país para todas y todos. Es un hito muy importante para nosotros, ya que es un gran avance para nuestro país ratificar el Convenio 190”.

Por su parte, el gerente general de la CPC, Pablo Bobic, coincidió en que “es un hito muy importante, porque refleja la voluntad de trabajadores, empleadores y del Gobierno de no tolerar ninguna situación de violencia o acoso en el trabajo. También es un desafío, pues tenemos un año para su implementación. Como sector empleador de Chile vamos a participar en distintas mesas de trabajo, buscando justamente con diálogo social encontrar un camino, acotar la norma de tal manera de que cumpla los fines y objetivos que se ha planteado. Estamos muy optimistas y creemos que es un buen hito el que hoy se ha firmado y esta participación tripartita también realza el diálogo social que se da en Chile”.

El Convenio

El Convenio 190 de la OIT es la primera normativa internacional que aborda las problemáticas en el mundo del trabajo, mediante un instrumento específico referido a las normas que regulan las relaciones laborales y ha sido ratificado por otros 19 países. Según lo indicado por la Organización Internacional del Trabajo, se deberá aplicar a todos los sectores de la economía, público o privado, formal e informal, en zonas urbanas o rurales, y cualquiera sea la situación contractual de las y los trabajadores.

Del mismo modo, el convenio agrupa la igualdad y la no discriminación, con la seguridad y salud en el trabajo en un solo instrumento y sitúa la dignidad humana y el respeto en su centro. En ese sentido, reconoce que la violencia y el acoso pueden constituir una violación o abuso de los derechos humanos y prevé, por primera vez, un único concepto compuesto de violencia y acoso.

También exige que los Estados miembros adopten un enfoque inclusivo, integrado, y que tenga en cuenta las consideraciones de género para prevenir y eliminar la violencia y el acoso en el mundo del trabajo.

Ya ratificado, el Convenio entrará en vigencia en los próximos 12 meses, período en el que el Estado de Chile se compromete a realizar un seguimiento y controlar la aplicación de la legislación; garantizar acceso a vías de recurso y reparación, así como a mecanismos y procedimientos de notificación y solución de conflictos; proteger la privacidad y confidencialidad de las personas implicadas; prever sanciones; prever que las víctimas tengan acceso efectivo a mecanismos de reclamación, asistencia, reparación y de solución de conflictos, con enfoque de género; reconocer los efectos de la violencia doméstica y, en la medida de lo posible, mitigar su impacto en el mundo del trabajo; y velar por que la Inspección del Trabajo y otras autoridades pertinentes estén facultadas para actuar en caso de violencia y acoso en el mundo del trabajo.