Exitoso encuentro se realizó durante el fin de semana en la Plaza de la Bandera en Coyhaique cuando cerca de 100 personas se dieron cita para ser parte de una intervención política – artística callejera de la conocida Cueca Sola: símbolo de protesta en dictadura, la que fue organizada por mujeres autoconvocadas y representantes de diferentes organizaciones de la sociedad civil con la colaboración de la seremi de la Mujer y la Equidad de Género, Andrea Méndez.
La actividad contó con 10 personas que bailaron una cueca sola, evocando a esa persona forzadamente desaparecida. Cada persona con la interpretación particular, acompañada de música en vivo. Al finalizar todos y todas quienes quisieron unirse lo hicieron en una gran cueca sola.
Al respecto la seremi de la Mujer señaló, “Hemos colaborado facilitando las condiciones para que las mujeres y las disidencias, de manera autoconvocada o desde sus respectivas organizaciones, puedan desplegar por primera vez en nuestra región la histórica cueca sola. Hemos podido presenciar los intensos ensayos que antecedieron a la intervención propiamente tal, pudimos conocer de cerca el compromiso y el quiebre emocional que provoco su diseño. Consideramos que lo presenciado marca un precedente en la forma de conmemorar el golpe de estado cívico militar y de homenajear a sus víctimas a nivel regional, contribuyendo así al imprescindible ejercicio de memoria y no repetición”
Una de las participantes, Astrid Aguilar Mansilla manifestó, “La cueca sola por primera vez representada en Coyhaique, región de Aysén irrumpe como un llamado urgente a la activación de la memoria colectiva…cuando el lenguaje verbal se agota en el intento de ser escuchado aparece el arte con toda su presencia y emoción. Bailamos bajo una bandera imaginaria, bandera necia, patria necia que se niega a sanar, porque no basta con pasar la página nomas, para sanar nuestra historia necesitamos ver y exponer nuestras heridas, necesitamos llorar, gritar, doler y abrazar, urge empatía urge humanidad, urge respeto, urge justicia y reparación en nuestro tejido social. Necesitamos recordar, pasar por el corazón una y otra vez para recobrar el sentido de futuro para mirar a las niñas niños y niñez con transparente mirada y no sentir vergüenza…para no sentir vergüenza”.
Tatiana Pascual, quien también se sumó a la participación de la intervención destacó la relevancia de contar con estos espacios, agregando, “La representación de nuestros dolores, emanadas por nuestro canto y expresión corporal y por supuesto con mucho respeto, nos hizo evocar y recordar a cientos de compatriotas que sufrieron el horror provocado por la dictadura. Estamos orgullosas y honradas de difundir y conmemorar las voces acalladas por 50 años. No perdamos la sensibilidad, empatía y el amor por nuestro país. No perdamos la memoria, ya que está nos hará más grandes y consecuentes. Que viva la unión, el amor, la gracia de estar vivas y por, sobre todo, no dejemos de transmitir la verdad. Democracia siempre”.
Además de la Cueca Sola, en la región se vivieron diferentes momentos en el marco de esta conmemoración como fueron la exposición del documental “Lumi Videla: Resistencia y violencia contra las mujeres en dictadura, un conversatorio al que denominaron, “Para que nadie pierda la memoria, 5 mujeres”, instancia que desarrolló un recorrido fotográfico por las mujeres que lucharon en dictadura, lo que terminó en un conversatorio con un panel de mujeres defensoras de los derechos humanos. Además, la seremi Méndez reiteró el llamado a que las mujeres participen de la iniciativa impulsada por el Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género, Tejiendo Memorias, la que busca, a través del aporte de diferentes mujeres, crear un archivo digital que será donado al Archivo Nacional y que permita mantener viva la memoria.