- Con la presencia de autoridades regionales y juventudes del Liceo Bicentenario Altos del Mackay en Coyhaique, se dio a conocer el primer estudio cualitativo sobre las relaciones de parejas de jóvenes estudiantes; investigación realizada por académicas de la Universidad de Aysén, e implementado en seis establecimientos educacionales municipales de la región.
La actividad fue encabezada por el director nacional de INJUV, Juan Pablo Duhalde Vera, quien presentó ante estudiantes, apoderados, apoderadas, docentes y autoridades, los alcances de esta muestra, que incorporó el aporte de los equipos académicos, famiilas, equipos directivos, además de jóvenes de establecimentos de las comunas de: Guaitecas, Cisnes, Aysén, Coyhaique, Río Ibáñez y Cochrane.
El estudio, que emana del Departamento de Estudios de Injuv en colaboración con la Seremia de la Mujer y la Equidad de Género, surge bajo la necesidad de contar con información precisa y objetiva de la violencia que experimentan las juventudes de la región, investigación realizada por la Universidad de Aysén, la cual se centró en comprender y explorar la violencia en las relaciones de pareja en adolescentes, desde las percepciones de los y las estudiantes de enseñanza media, además de actores educativos claves.
En este contexto, dentro los resultados más destacados de esta medición, se desprende: La repetición de patrones de violencia generacional, la corta edad en que las juventudes asumen convivir como pareja (acción que va de la mano del consentimiento parental), la toxicidad de las relaciones /celos, control y manipulación, el impacto de la digitalización en las formas de relación, y la predominancia que adquieren las redes sociales, en las relaciones de los y las adolescentes.
“Hemos identificado que se van reproduciendo y heredando ciertas prácticas que se van normalizando relación de violencia en la pareja. Por lo que se requiere complementar los impulsos en cuanto a capacitación, formación y reacción frente a temas tan complejos como los que estamos viendo. Vemos situaciones complejas, pero también, vemos la disposición de las instituciones de poder trabajar en mejorar los contenidos y dinámicas para poder revertir esta situación en las relaciones de pareja. En este sentido, ha sido bueno escuchar la percepción de los y las jóvenes, para buscar las mejores soluciones junto a ellos y ellas”, indicó Juan Pablo Duhalde Vera, director nacional de INJUV.
En cuanto a los resultados de este estudio, se destaca que: existe una prevalencia de violencia de género en relaciones, y sensaciones de minimización, especialmente en varones jóvenes, dinámicas “tóxicas” basadas en situaciones de violencia, con cortes/términos, para luego reconciliarse, cayendo en espiral de situaciones de control y/o dependencia emocional, lo que sin duda, genera un carácter gradual y progresivo de la violencia, llegando a la normalización de la violencia en las relaciones íntimas. En muchos casos, los maltratos y las discusiones se consideran parte de la rutina, llevando a las víctimas y al entorno, a minimizar o justificar dichos comportamientos, y hasta justificarlos. Socioculturalmente, la región se caracteriza por la presencia de conductas machistas y trato sexista hacia las mujeres, así como también, se visualiza una reproducción cultural de la violencia entre las familias (padres/hijos), lo que también se vincula con el consumo de alcohol, lo que sin duda, incide en la violencia hacia las mujeres.
Sobre estos resultados, la Seremi de la Mujer y la Equidad de Género, Andrea Méndez Valenzuela, indicó: “Estamos ante un hito regional sin duda muy importante. Las investigaciones de violencia por razones de género en nuestra región son muy escasas. Cuando no tenemos este tipo de información al alcance, no tenemos soluciones regionalizadas para abordarlos. Nos queda como desafío a nivel regional trabajar en prevención de las violencias en edades tempranas, desde que comenzamos a relacionarnos como pareja. Hemos aprovechado la instancia, para reflexionar sobre la importancia de dotar a las infancias y los jóvenes de competencias y conocimientos para sostener relaciones de pareja exentas de cualquier tipo de violencia”, enfatizó.
En tanto desde el rol de los establecimientos educacionales, se desprende que existe una carencia de protocolos o mecanismos que logren entregar “seguridad” y confianza a las juventudes, además de un grado de desconocimiento sobre situaciones de violencia en relaciones de pareja jóvenes, incluyendo la naturalización, minimización y legitimación de la violencia masculina en los establecimientos, por lo que surge la necesidad de que los centros educativos, logren asumir un rol más formativo, impartiendo talleres sobre sexualidad y violencia mediante la psicoeducación, lo que involucra también a las familias, de poner más atención, conocimiento y comunicación, respecto a estas temáticas con sus hijos e hijas.
Por su parte, dos jóvenes estudiantes de Liceo Bicentenario Altos del Mackay de Coyhaique, comentaron su impresión en relación a este estudio. Se trata de Valentina Jaramillo Díaz, quien indicó: “Me parece excelente, ya que nos comunica este estudio sobre lo que pasa actualmente en los jóvenes, y qué podemos hacer para cambiar esto, con iniciativas que puedan servirnos, como charlas u otras”, en tanto, Martín Carrizo Sandoval, comentó: “Me parece perfecto que se tomen estas iniciativas, ya que mejora la manera en la que los jóvenes viven su manera de relacionarse, y también es un hito importante en el antes y un después dentro de la educación social que viven las juventudes”
Cabe detacar, que dentro de los desafíos institucionales que se desprenden de este primer estudio se contempla: la promoción de contextos de relaciones de pareja sanas y responsables bajo perspectivas juveniles, jornadas de sensibilización sobre las dinámicas y violencias de parejas juveniles, promoviendo espacios seguros y de confianza, la necesidad de establecer protocolos y capacitar a funcionarios (de diversas instituciones), propiciar comunidades que logren abordar de forma integral el problema, fortalecer implementación de Política Nacional de Convivencia Escolar y finalmente, relevar las particularidades de los contextos y realidades territoriales, ya que claramente no son las mismas en todos los territorios.
Finalmente, el estudio estará disponible durante los próximos días, por lo que esperamos socializarlo y visualizar estrategias intersectoriales, que permitan evitar, educar y concientizar sobre la violencia a tan temprana edad, que afecta y viven las juventudes de nuestra región.