- La actividad realizada en el Liceo Darío Salas contó con la participación de alumnos y alumnas de segundo, tercero y cuarto medio, quienes fueron parte de un taller y una charla de educación sexual.
Esta semana, se lleva adelante la Semana de Prevención del Embarazo Adolescente, instaurada en 2020 por la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS) y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA). Esta iniciativa tiene como objetivo de reforzar la información para que las y los jóvenes cuenten con las herramientas para tomar decisiones responsables sobre su salud sexual y reproductiva.
En ese contexto, la ministra de la Mujer y la Equidad de Género, en conjunto al seremi de Salud de la Región Metropolitana, Gonzalo Soto y la jefa de la División de Educación General, Flavia Fiabane; asistió al Liceo Darío Salas para hacer un llamado a las y los adolescentes y jóvenes respecto a la importancia de informarse acerca de los métodos anticonceptivos como clave para prevenir el embarazo adolescente.
En la instancia -que contó con la asistencia del director del Liceo, Juan Carlos Madrid-, los y las estudiantes de segundo, tercero y cuarto medio del establecimiento participaron en una exposición realizada por la especialista en Ginecología Pediátrica y de la Adolescencia, Andrea Von Hoveling. Además, asistieron a un taller de educación sexual ofrecido por SernamEg, donde se distribuyeron preservativos, además de folletería informativa sobre VIH e infecciones de transmisión sexual.
Al respecto, la ministra Orellana subrayó la relevancia de que las o los adolescentes cuenten con las herramientas disponibles para tomar decisiones informadas para su futuro. “En nuestro país hemos dado grandes avances en cuanto a prevención del embarazo adolescente gracias a la voluntad política y también a los movimientos de mujeres y sociales. Sin embargo, creemos que hay que seguir adelante con las metas de reducción, detección y prevención en esta materia”.
En Chile, la tasa específica de fecundidad en adolescentes se ha reducido considerablemente desde 2010 hasta la fecha, pasando de 51.6 casos por cada 1.000 habitantes, a 10.6 entre las jóvenes de 15 a 19 años. Por otro lado, en el caso de las menores de 14 años, la razón de fecundidad disminuyó de 1.5 en 2010 a 0.3 en 2023. Si bien el logro de Chile en la reducción de la fecundidad adolescente lo posiciona como el país con la tasa más baja de la región, persisten las desigualdades regionales, donde los mayores índices se concentran en la zona norte, como Tarapacá y Antofagasta.
Así, el seremi de Salud de la Región Metropolitana, Gonzalo Soto, destacó la posición de Chile como uno de los países líderes en la reducción de este fenómeno. “Es muy importante seguir avanzando para que el número de adolescentes embarazadas siga disminuyendo. Para eso es muy importante el acceso a la información y ahí es fundamental que se conozca que, por ejemplo, hay métodos completamente gratuitos para la anticoncepción. En nuestro país tenemos más de mil establecimientos de atención primaria donde se puede encontrar información y solo en la Región Metropolitana tenemos más de 70 Espacios Amigables, lugares destinados para los adolescentes, donde hay atención de matrona, médico, enfermera, que están especialmente entrenados y capacitados para atender a los jóvenes con inquietudes al respecto”.
Por otro lado, la jefa de la División de Educación General, Flavia Fiabane, reconoció el esfuerzo intersectorial realizado por el Estado para bajar las tasas de embarazo adolescente. Además, indicó que el Ministerio de Educación “sigue comprometido en apoyar trayectorias exitosas de los estudiantes y eso implica crear condiciones de educación para impedir embarazo adolescente no deseado”.
Finalmente, otra de las iniciativas que se desarrollaron en esta Semana de Prevención del Embarazo en la Adolescencia fue un webinar impartido por la Dra. Adela Montero, directora del Centro de Medicina Reproductiva y Desarrollo Integral del Adolescente. En él, se abordaron los desafíos relacionados con la educación sexual, el acceso a métodos anticonceptivos y la importancia de promover una cultura de responsabilidad y empoderamiento entre los jóvenes.