Centro comunitario Vida Nueva cumple 20 años de ayuda social en La Legua

  • Con presencia de las ministras de la Mujer, Antonia Orellana, y de Bienes Nacionales, Marcela Sandoval, se conmemoró un nuevo año de la creación del centro Vida Nueva.
  • Esta organización social se encuentra presente hace dos décadas en la población La Legua y ofrece atenciones de salud y psicológicas de forma gratuita a sus vecinas y vecinos.

El centro Vida Nueva es una organización social de la población La Legua, comuna de San Joaquín, que ha desarrollado un proyecto social y territorial en el área de la salud, con atenciones de todo tipo para las vecinas y vecinos, como en psicología, podología, masoterapia y terapias complementarias. Para funcionar, el centro cuenta con una concesión de uso gratuito de un inmueble fiscal de 350 metros cuadrados.

El apoyo de voluntarias, mayoritariamente mujeres, es lo que principalmente ha mantenido en pie este proyecto. Es por eso que, a 20 años de su fundación, tanto la ministra de la Mujer y la Equidad de Género, Antonia Orellana y la de Bienes Nacionales, Marcela Sandoval; reconocieron el compromiso en esta labor comunitaria.

“De repente es necesario conservar la autonomía y esa identidad de los proyectos comunitarios. Espero que manteniendo eso, podamos trabajar juntos en mejorar este espacio para que pueda crecer de acuerdo con lo que se vaya avanzando. Hemos estado trabajando por mejorar los espacios comunitarios de las mujeres, que sabemos son el puntal de las organizaciones, siendo jefas de hogar y jefas de comunidad, pero ese rol hay que dignificarlo y reconocerlo”, señaló la ministra de la Mujer, Antonia Orellana.

Por su parte la ministra de Bienes Nacionales, Marcela Sandoval, destacó que “en el Gobierno del presidente Boric se nos dio una tarea, que era dar un buen uso a los bienes fiscales, que son patrimonio de todos los chilenos (…) Parte del rol público significa premiar a las organizaciones que hacen buen uso de los inmuebles, y acá no solo impactan, sino que también generan condiciones para nuevas vidas en la comunidad de la Legua. Esto puede ser un ejemplo multiplicador para otras organizaciones que trabajan a nivel comunitario”, indicó

El centro comunitario Nueva Vida busca tener un impacto positivo dentro una población, como ellos mismos dicen, “estigmatizada”. Por eso, desde 2004 buscan atender las necesidades de las vecinas y vecinos, y así reducir el impacto de una vida marginada en la Región Metropolitana.

Hace dos décadas nace esta iniciativa, bajo el alero de la pastoral social de la parroquia San Cayetano, en colaboración con la Fundación Uniendo Mundos, y gracias a la gestión inicial de los padres Gerardo Ouisse, Gerardo Johanon y Carolina Celedón.

“Este Centro es importante, ya que genera un espacio de conversación para nuestros vecinos, donde ellos encuentran estas alternativas de terapias y donde son recibidos y acogidos cariñosa y cordialmente. Sus necesidades muchas veces no son de atención especializada, sino de un espacio de conversación. Esto impacta directamente en la vida de muchas personas”, señaló Maritza Navarro, directora del centro Vida Nueva.

Actualmente, son 11 voluntarias las que administran la organización, además de 12 encargadas del quehacer diario y profesionales de salud que prestan los servicios gratuitos, ubicados en un inmueble fiscal entregado por el Ministerio de Bienes Nacionales.

Actualmente el centro comunitario Vida Nueva cuenta con convenios de salud con el Instituto Profesional AIEP y continúa buscando voluntarios para seguir adelante con el trabajo desde el territorio.

Programa Mujeres Jefas de Hogar reúne a participantes para evaluar logros y desafíos en Punta Arenas

Este miércoles se celebró el Encuentro del Programa Mujeres Jefas de Hogar del Servicio Nacional de la Mujer y la Equidad de Género, que en la capital regional ejecuta la Delegación Presidencial Regional de Magallanes. La actividad, en la cual participaron la seremi de la Mujer y la Equidad de Género, Alejandra Ruiz Ovando y la directora regional del SernamEG, Pamela Leiva Burgos, tuvo como objetivo principal la evaluación de los logros, desafíos y oportunidades de mejora en la ejecución del programa.

Durante el encuentro, las participantes destacaron la importancia del programa, al ser un espacio de intercambio de experiencias y de crecimiento personal, al tiempo que presentaron propuestas para perfeccionar la oferta programática, ajustándola a sus necesidades específicas y desafíos cotidianos.

La seremi de la Mujer y la Equidad de Género, Alejandra Ruiz Ovando, subrayó la relevancia de este tipo de programas en el marco de las políticas públicas dirigidas a promover la equidad de género, indicando que “el Programa Mujeres Jefas de Hogar representa el compromiso del Estado por generar condiciones de verdadera autonomía para las mujeres, permitiéndoles superar las barreras de género que aún persisten. Esta política pública no solo es un pilar para el desarrollo económico, sino una herramienta transformadora que aporta a la construcción, y muchas veces, al inicio de trayectorias laborales para las participantes”.

En la instancia, la directora regional del SernamEG, Pamela Leiva Burgos, también destacó a las participantes por su compromiso y esfuerzo, dando cuenta de las oportunidades que se les abren. “Felicitamos a cada una de ustedes por el compromiso demostrado y por atreverse a dar este paso hacia la autonomía económica. Y las invito a seguir fortaleciendo su desarrollo profesional, aprovechando los instrumentos que el Estado pone a disposición a través de instituciones como FOSIS, Prodemu, Sercotec y Sence. Este programa es solo el inicio del camino hacia la inserción laboral y el crecimiento profesional”, afirmó Leiva.

Entre las experiencias compartidas, María Edith Fuentes, participante del programa desde el año pasado, resaltó la accesibilidad de las capacitaciones y el impacto de su participación en la Escuela Mujer Emprende, donde ha fortalecido sus competencias para llevar adelante su emprendimiento de accesorios. “Para mí, la experiencia ha sido muy buena. Este año participo en la Escuela Mujer Emprende y he aprovechado los talleres al máximo. El programa es accesible y amigable, con opciones tanto online como presenciales. Lo recomiendo a todas las mujeres que buscan crecimiento y apoyo para sus emprendimientos”.

Mardelyn Carvajal, otra de las beneficiarias, señaló la relevancia de las redes generadas en los talleres y cómo estas le han permitido adquirir habilidades en áreas como serigrafía y cuidado de adultos. “Agradezco a las coordinadoras también porque gracias a ellas hemos formado un buen lazo de amistad y de trabajo”, declaró.

El encuentro concluyó con el compromiso de las autoridades de abordar lo planteado por las mujeres y continuar apoyando el crecimiento y desarrollo de las jefas de hogar en Punta Arenas y en la región. Además, el Programa Mujeres Jefas de Hogar abrirá próximamente su convocatoria 2025 la cual se informará en www.sernameg.gob.cl.

Jefas de hogar de Ñuble se capacitaron en gasfitería sanitaria

Con el objetivo de abrir nuevas oportunidades laborales en áreas tradicionalmente ocupadas por hombres, 12 jefas de hogar de Ñuble completaron con éxito el curso de Gasfitería en Instalaciones Sanitarias, cuya certificación se realizó el pasado viernes 25 de octubre. Esta iniciativa es impulsada por Essbio, la Seremi de la Mujer y el Servicio Nacional de la Mujer y Equidad de Género de Ñuble.

La sexta versión de este programa consideró 60 horas de clases presenciales con un enfoque 100% práctico. El subgerente zonal de Essbio, Roberto Riva, comentó que “estamos muy orgullosos de ver cómo nuestro programa de Diversidad, Equidad e Inclusión ha contribuido de manera positiva a la inserción laboral de mujeres, brindándoles herramientas para aportar en sus hogares y avanzar hacia una mayor autonomía económica”.

Por su parte, la seremi de la Mujer y Equidad de Género, Constanza Sánchez, dijo que el “objetivo de nuestro ministerio es incentivar instancias que inserten a las mujeres en labores que históricamente han estado masculinizadas. El convenio que tenemos con Essbio es un gran paso para la autonomía económica, el emprendimiento y el liderazgo femenino”, precisó.

El propósito central de este programa es fomentar la igualdad de oportunidades, en especial en sectores tradicionalmente ocupados por hombres, como la gasfitería, un rubro con alta demanda y pocos proveedores. La iniciativa desarrollada en Chillán también se está replicando en las regiones de O’Higgins y Biobío, con el objetivo de capacitar a 80 mujeres jefas de hogar durante este año.

Seremi de la Mujer de Magallanes: “Queremos que los cuidados no se vivan en soledad, sino como una responsabilidad compartida”

En una nueva sesión de la Mesa Red Cuidar, efectuada este martes en dependencias del Gobierno Regional, la Seremi de la Mujer y la Equidad de Género de Magallanes, Alejandra Ruiz, presentó los hallazgos del estudio Experiencias de Vida de las Cuidadoras: Autonomía Económica y Expectativas. Este informe, desarrollado para visibilizar el rol fundamental de las mujeres que cuidan a personas con discapacidad severa o en situación de dependencia “refuerza la urgencia de avanzar hacia una corresponsabilidad social en las tareas de cuidado y hacia políticas públicas que respondan a sus necesidades reales”, recalcó la autoridad.

La actividad se llevó a cabo en el marco de las acciones de la Red Cuidar Magallanes, encabezada por el Gobierno Regional de Magallanes y la Antártica Chilena. Esta tiene como objetivo construir el Plan Regional de Cuidados que busca ejecutar -desde la construcción territorial-, los acuerdos internacionales en temas de cuidados, integrando la perspectiva de derechos humanos, de género y enfoque territorial, con especial énfasis en personas mayores en situación de dependencia.

“Como Gobierno, consideramos fundamental apoyar a las personas que cumplen el rol de cuidar, quienes dedican gran parte de su tiempo y proyectos de vida a asegurar el bienestar de sus seres queridos en situación de dependencia. Queremos que los cuidados no se vivan en soledad, sino como una responsabilidad compartida, permitiendo que quienes cumplen esta labor puedan desarrollarse plenamente,” afirmó la seremi Ruiz.

Durante la presentación, la seremi subrayó que el estudio es un paso hacia el fortalecimiento de la propuesta de ley que creará el Sistema Nacional de Apoyos y Cuidados, actualmente en discusión en el Congreso. Los resultados del informe muestran que las cuidadoras enfrentan una sobrecarga física y emocional significativa, sin el respaldo adecuado en salud, descanso, ni oportunidades para el ocio y la vida social. Esta situación, además, afecta su autonomía y limita sus aspiraciones personales y profesionales.

La jornada también incluyó la presentación de Ignacio Becker, asesor en políticas de juventudes del Instituto Nacional de la Juventud (INJUV), quien compartió los hallazgos del estudio Juventudes Cuidadoras: Percepciones, Experiencias y Dinámicas en Chile. Este análisis cualitativo subraya las experiencias y desafíos que enfrentan las juventudes cuidadoras, resaltando la necesidad de políticas públicas inclusivas y equitativas que brinden apoyo a los jóvenes que asumen esta responsabilidad.

Experiencias de Vida de las Cuidadoras

De acuerdo con los resultados de este estudio, la experiencia de cuidar es una experiencia de vida. En promedio, las mujeres que participaron del estudio han cuidado de personas con discapacidad severa (PcDDS) por 10,2 años y hay un número significativo de mujeres que comenzaron a cuidar desde la infancia (a partir de los 10 años, aproximadamente), a sus hermanos, a sus padres -incluso- o a sus abuelos.

En algunos casos, ellas se han hecho cargo, de manera sucesiva o combinada, del cuidado de hermanas, hijos, nietos y esposos, desarrollando una trayectoria de vida totalmente abocada al cuidado de otras personas. Así, su vida completa ha estado supeditada al trabajo de cuidados no remunerados y la vida personal no logra hacerse un lugar diferenciado.

El trabajo de cuidados asumido en edades tempranas afecta la continuidad de estudios técnico-superiores y con ello las posibilidades de empleabilidad futura en condiciones laborales que permitan una buena calidad de vida. Asimismo, largos períodos fuera del mundo laboral implican pérdida de competencias y de trayectorias demostrables para reinsertarse.

Las conclusiones de esta investigación también subrayan cómo el rol del cuidado afecta las rutinas diarias y la distribución del tiempo entre las mujeres que lo desempeñan. Así, las entrevistadas declaran que dedican 11.3 horas diarias a estas labores, contrastando con las 1.8 horas que sus familiares destinan a este trabajo en la semana. En tanto, el fin de semana, ese número asciende apenas a las 2.5 horas; evidenciando la falta de relevo y la ausencia de corresponsabilidad en los cuidados.

Esta sobrecarga de trabajo no solo impacta en la cantidad de tiempo disponible para actividades personales y de ocio, sino también en la posibilidad de las cuidadoras para mejorar su calidad de vida. Mientras que las mujeres en general – de acuerdo a la Encuesta Nacional de Uso del Tiempo (ENUT)- dedican 5,9 horas diarias a aficiones, deportes y vida social; las entrevistadas en este estudio afirman que pueden asignar solo 3,2 horas a estas acciones, incluyendo a aquellas relacionadas con su cuidado personal, como ducharse y comer.

A eso, se suma el aislamiento social provocado por el escaso y esporádico contacto que tienen con sus vecinas y vecinos, lo que agudiza la falta de redes de apoyo para los cuidados.

El trabajo de cuidados también incide en su salud de manera significativa. En ese sentido, del total de cuidadoras entrevistadas, el 33.3% reconoce enfrentar problemas de salud física, mientras que el 70.8% declara tener dificultades de salud mental. Así, se visualiza que ambas dimensiones empeoran considerablemente en comparación al estado de salud previo al inicio de los cuidados. Además, muchas mujeres sostienen haber asumido estas responsabilidades mientras atravesaban condiciones psicológicas complejas, exacerbando aún más dichas situaciones.

En conclusión, este panorama genera que a las cuidadoras les resulte complejo visualizar el futuro y plantearse un proyecto vital sin el actual trabajo de cuidados. “La inmediatez y la sobrecarga del día a día, la falta de certidumbre respecto a la evolución de la o las personas cuidadas, la ansiedad y el temor por la potencial pérdida o por la posibilidad de dejar al destinatario del cuidado en la desprotección, y el despoblamiento de la vida presente de todo aquello que no sea los cuidados, despoja a las mujeres cuidadoras de un proyecto personal”, revela el estudio.

 

Ercilla: Autoridades realizan jornada de prevención para erradicar la violencia de género en comunidades rurales y mapuche

  • En el encuentro, donde participaron más de 40 mujeres, también se presentó el trabajo del Plan Buen Vivir y se compartieron diversas necesidades de las asistentes en materia de protección social.

En la comuna de Ercilla, la seremi de la Mujer y la Equidad de Género de La Araucanía, Sol Kaechele, participó de un encuentro con 40 mujeres de comunidades rurales y mapuche. Una reunión donde se discutieron estrategias para la prevención de la violencia contra las mujeres y se abordó el Plan Buen Vivir, enfocándose especialmente en los apoyos disponibles para las mujeres de la región.

La jornada contó con las presentaciones realizadas por la encargada interregional de género del Plan Buen Vivir, María Luisa Igaiman y la coordinadora del Centro de Atención a Víctimas de Malleco, Nury Torres. También estuvieron presentes diversos representantes de la Municipalidad de Ercilla, como su alcaldesa (s), Ximena Fuentes; así como también personas vinculadas a programas sociales, como el de Mujeres Jefas de Hogar, que se ejecuta en convenio con SernamEG.

“Nuestra comuna está compuesta mayoritariamente por mujeres y mujeres mapuche. El tema de la violencia hacia la mujer es un tema que siempre se ha mantenido oculto y que ha sido muy difícil que ellas lleguen a transparentarlo, pero se ha ido logrando de a poco”, señaló Ximena Fuentes, alcaldesa subrogante de Ercilla.

Plan Buen Vivir

Durante el encuentro, se presentó el trabajo del Plan Buen Vivir y se compartieron los hallazgos de los encuentros realizados en cuatro regiones y en los nueve trawün de mujeres. En estos espacios, surgieron necesidades y aspiraciones comunes que son fundamentales para el avance de las mujeres en estas regiones. Entre los temas destacados se encontraron:

  • La adaptación de instrumentos de postulación a fondos y apoyos estatales.
  • El impulso del desarrollo territorial sustentable con un enfoque intercultural.
  • El fomento de proyectos que promuevan la autonomía económica de las mujeres.

Sin embargo, tanto en estos encuentros, como en la reunión en Ercilla, la urgencia de implementar estrategias para lograr vidas libres de violencia surgió como un elemento fundamental para mejorar la calidad de vida de las mujeres y niñas. “Esta jornada de sensibilización en prevención de violencias contra las mujeres es parte de una serie de encuentros que estamos llevando a cabo en cuatro regiones del país, como parte del Plan Buen Vivir, donde se busca acercar las políticas de género del gobierno a las mujeres mapuche y rurales”, señaló María Luisa Igaiman, encargada interregional de género del Plan Buen Vivir.

Chile Para Todas

En la instancia, se presentaron iniciativas ejecutadas en la región a través del Fondo para la Igualdad, las que buscan contribuir al bienestar de las mujeres en ámbitos como la autonomía económica, prevención y atención de la violencia de género, apoyo a los cuidados, entre otros. Además, se abordó la necesidad de que las distintas instituciones públicas en la región adapten sus estrategias para impactar de manera directa la vida de las mujeres. Sol Kaechele, seremi de la Mujer y la Equidad de Género, indicó que “junto al Plan Buen Vivir, constantemente estamos dialogando con las mujeres mapuche y las mujeres rurales de la región, lo que nos entrega herramientas fundamentales para mirar la ejecución de políticas públicas, planes y programas con perspectiva de género e intercultural”.